Después de la primer ola de asesinatos masivos ejecutados en los territorios que habían estado en manos de la Unión Soviética, también allí se establecieron ghettos, a pesar de que en la mayoría de los casos la época de encierro de los judíos debería de ser muy corta antes de su aniquilación. En total los alemanes erigieron más de mil guetos en Europa oriental y unos pocos en el centro y sur del continente. El más grande se estableció en Varsovia a fines de 1940, donde fueron encerrados al comienzo unos 445.000 judíos.
Para los ghettos, los alemanes generalmente delimitaban las secciones más viejas y más ruinosas de las ciudades. A veces tenían que desalojar residentes no judíos de los edificios para hacer espacio para las familias judías. Muchos de los ghettos estaban rodeados por cercas o paredes con alambre de púas y las entradas eran vigiladas por miembros de la policía local y alemana y de las SS. Por la noche, durante las horas de toque de queda, los residentes eran forzados a quedarse dentro de sus apartamentos.
La vida en los ghettos por lo general era insoportable. El hacinamiento era común. En un apartamento podían vivir varias familias. En viviendas tan carentes de espacio e higiene, las enfermedades contagiosas se propagaban con rapidez. La gente siempre tenía hambre. Los alemanes deliberadamente trataban de hacer pasar hambre a los residentes permitiéndoles comprar solamente una pequeña cantidad de pan, papas y grasa. Algunos residentes tenían algo de dinero u objetos de valor que podían cambiar por comida ingresada de contrabando al ghetto; otros se veían forzados a mendigar o a robar para sobrevivir. Durante los largos inviernos, el combustible para calefacción era escaso y mucha gente carecía de ropa adecuada. La gente, debilitada por el hambre y la exposición al frío, se enfermaba fácilmente. Decenas de miles murieron en los ghettos por enfermedad, inanición o frío.
A pesar de las condiciones inhumanas se llevó a cabo en los guetos por medio de organizaciones comunitarias e instituciones de ayuda un esfuerzo concentrado para preservar la vida y satisfacer las necesidades de la comunidad.
Con el establecimiento de los guetos se cumplieron algunas metas importantes para los nazis: el hacinamiento de los judíos, bajo una estricta supervisión, el robo de sus pertenencias y los beneficios que se podían obtener de su trabajo.
Fuente: Yad Vashem y USHMM.